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martes, 22 de octubre de 2013

ANDUVE ENAMORADA DEL AMOR...




Anduve enamorada del amor
Y no encontré el amor en parte alguna.

Todas las casas son ajenas para mí,
ajenos para mí todos los cuerpos.

Mi patria no es mi lengua,
ni tampoco la calle de mi infancia.

No me importa en qué lengua
han de desentenderme los lectores.

Ya estaba fuera de mi patria
cuando estaba en mi patria.

Como madera que arrastra la corriente
encallada quedé en cualquier parte.

Nada fue nunca mío,
ni siquiera lo que creí más mío.

Nací muerta. A un muerto
habéis golpeado hasta sangrar.

Tenéis sangre en las manos.
No es mi sangre, es la vuestra.

Ya estaba sola cuando no estaba sola.
Ya estaba muerta cuando estaba con vida.




Marina Tsvietáieva (Moscú, Rusia, 1892-1941)

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