Creo en la esperanza de los pueblos.
En la gran naranja jugosa del mañana,
mas no en la esperanza individual
cruel
prostituida
emponzoñada
sabedora de todos los disfraces: tortola mensajera del amor
gallo de veleta que gira según las brisas arbotantes
un no me olvides brotando en la nuca una mano en espigas y mares
La esperanza es tan solo una araña sabia en las mas oscuras carcavas
mejor fortificadas
y en el veneno elaborado controlada con tal maestría
que sin matar perpetra la gran agonía:
inventa el milagro de la muerte y la resurrección cada vez con mas dolor
con menos fuerzas
en un delirio que avanza en línea recta y se transforma en espiral
sin dirección.
Enloquecida.
Glauce Baldovin (Río Cuarto, Córdoba, Argentina, 1928-1995)
1 comentario:
Ciertos tus versos, y lastima que sean pocos!!
Besos y se feliz!
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